Redescubrir Viktualienmarkt

El 11 de octubré nevó, y fue tan chocante que, al parecer, todo Múnich (incluida yo, natürlich) publicó en su Facebook o su Twitter cosas como: "¡Socorro! ¡¡¡Ya está nevando!!!". Pero aunque la cosa sólo quedó ahí, pocos se han molestado en publicar que después de aquella primera nieve, está haciendo un otoño espectacular.
Y así es, están haciendo unos días tan luminosos que mi hijo pequeño se queja cuando va sentado en el carrito de que el sol le ciega los ojos y las temperaturas son tan altas que la gente sigue andando por la calle en mangas de camisa. De verdad que no exagero: Esta misma mañana he visto a una chica en camiseta de tirantes. A estas alturas ya deberíamos llevar gorros y bufandas y sin embargo, sacamos las chaquetas para traerlas de vuelta colgadas bajo el brazo. Una auténtica maravilla.

Pues en éstas estábamos el sábado pasado cuando se nos ocurrió disfrutar la mañanita paseando por Viktualienmarkt (sí, ese mercado tan céntrico y turísitico que apenas frecuentas a menos que tengas visita de fuera). Y lo pasamos tan estupendamente que no puedo menos que recomendaros que redescubráis el Viktualienmarkt con los niños.

Estando los puestos como están, a rebosar de productos recién cosechados: Calabazas, uvas, manzanas, setas, nueces o castañas, es una oportunidad genial para contarles a los pequeños cosas sobre las verduras, las frutas, los olores, las cosechas, cómo se almacenan los productos o por qué es bueno comer productos de temporada.

Y también es una oportunidad para que los niños les enseñen a los padres otras cosas también: Mi hijo mayor había estado recientemente en el mercado con su clase y nos llevó a un puesto donde sólo vendían patatas, allí nos enseñó todas las variedades que hay y nos explicó cómo se comen. ¿Sabíais que hay patatas de color lila? ¿Y cuáles se pueden comer con piel?

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