Entrevista a Carolina, una mamá española en Múnich: Dirndl, Flamenco y Cero Residuos

Esta semana abrimos una nueva sección en el blog: una serie de entrevistas a diferentes mamás hispanohablantes, que nos harán ver cómo vivimos estas la expatriación. Viniendo de países lejanos entre sí, pero cercanos por el idioma y la cultura ¿Qué nos une en este viaje? ¿Qué nos diferencia? ¿Qué ideas y consejos podemos aportar?.

Empezamos con una entrevista a Carolina, mamá española, que vive en Múnich desde hace ya 13 años y que es una convencida de la filosofía Zero Waste. Su equilibrado y tranquilo modo de ver la vida y vivirla en Múnich transmiten toda la calma y el optimismo. 

Nombre: Carolina Sánchez García 
País: España 
Número de niños y edades: dos, niño de 7 y niña de 8 años. 
Vive en Múnich desde Octubre 2004


¿Qué época del año te gusta más en Múnich? 
El otoño sin duda. Disfruto mucho pasando tiempo fuera de casa en la naturaleza. Y en otoño los parques, bosques y caminos de Múnich están preciosos. No me canso de ver esos colores. 

¿Qué sitio en especial te gusta más para disfrutar está época del año? 
El camino de la Hochleite en bicicleta. 

¿Qué plan  de fin de semana te gusta más  para disfrutar Múnich en familia? 
Si el tiempo está regular me encanta ir con los peques a algún museo. Este invierno hemos descubierto que en el Museo egipcio hacen visitas guiadas dos domingos al mes para familias y talleres realmente interesantes.
Si el tiempo lo permite soy feliz echando el día en el río Isar o en algún lago cercano. 

¿Cómo lo descubriste? 
Recuerdo que lo del museo egipcio lo encontré un domingo que estaba lloviendo a cántaros y estábamos sin plan.
Múnich es una ciudad ideal para moverse en bici, con ella puedes acceder a lugares tranquilos a la orilla del río Isar donde pasar un día genial. Mis niños ya van bien con la bici así que los fines de semana los aprovechamos para hacer excursiones y descubrir sitios nuevos. 

¿Qué haces cuando echas de menos España? 
Puede sonar raro pero no echo mucho de menos España. Con internet estamos hoy día muy bien conectados y viajo con frecuencia a visitar a mi familia y amigos. Aunque claro, también tengo momentos en los que me gustaría que fuera más fácil tomarme una cerveza en una terraza con mi hermano. Por suerte tengo aquí amigas que hacen que Cádiz no parezca tan lejos. 

¿Algún sitio en Múnich te haga sentir como en tu tierra? 
Múnich y Cádiz son dos ciudades muy diferentes pero tienen algo en común: el agua. En Cádiz me encanta pasear por la playa y en Múnich bañarme en el río Isar en verano. En los dos sitios puedo desconectar y relajarme. 

¿Qué es lo que más te ha ayudado a la hora de hacer de Múnich tu segundo hogar? 
Después de 13 años en Alemania siento que mi hogar está aquí, en Múnich. Mi marido es alemán, aquí han nacido mis hijos, he encontrado buenos amigos, aquí tengo muchos de mis libros y mi bici.
No puedo quejarme, cuando llegué encontré enseguida trabajo, amistades y en definitiva mi hueco aquí. La vida en Múnich es muy tranquila y eso para mí es fundamental. Muy importante es también la actitud que traigas. 

Si Con tu experiencia de 13 años en Múnich pudieras viajar en el tiempo y aconsejar a tu yo recién llegada a estas tierras, ¿qué consejos le darías para acortar el proceso de adoptar esta ciudad? 
A mí misma me hubiera aconsejado ser más paciente con los alemanes. La alemana y la española son dos culturas bastante diferentes en muchos aspectos y eso tienes que aprenderlo y aceptarlo si pretendes quedarte.
No sé hasta qué punto se puede acortar un proceso de adaptación a una ciudad, ya que en sí es algo que necesita su tiempo. A mí me ayudó mucho aprender rápidamente el idioma. Una vez que te defiendes en alemán ya el resto viene casi rodado.
Vuelvo a la idea del papel tan importante que tiene aquí la actitud que tengas, también las expectativas suelen ser peligrosas.
Múnich es una ciudad fantástica para vivir, ofrece cantidad de posibilidades a muchos niveles. Solo hay que estar abierto y dispuesto a vivir nuevas experiencias. 

Tus hijos, ¿hablan español? 
Sí, claro. 

¿Qué pautas / métodos has seguido para que sean bilingües? 
En casa cuando estoy con ellos lo hacemos todo en español, escuchamos música, leemos cuentos, jugamos en español. Cuando de vez en cuando se les escapa alguna frase o palabra en alemán yo les digo que no lo entiendo y me lo vuelven a decir en español. Hay que ser muy constante y no bajar la guardia. El esfuerzo vale la pena evidentemente. 

¿Qué importancia tiene para ti la educación bilingüe? 
Para mí es fundamental. Sería triste para mí que mis hijos no hablasen español. Y no solamente me gusta que dominen el idioma, también quiero que conozcan la cultura. Quiero que sepan quien fue Pablo Picasso o el Quijote. Mis hijos tienen el gran privilegio de estar creciendo con dos culturas. Para mí es precioso ver a mi hija vestida con su dindl y al día siguiente llevarla a su clase de flamenco. Es enriquecedor en todos los aspectos. 

¿Qué cosas hay en Múnich que te facilitan la labor de la educación bilingüe? 
En Múnich hay posibilidades para apoyar a tus hijos en su educación bilingüe. Por ejemplo hay clases de español para niños. Mis hijos van una vez a la semana a clases. Allí no solo aprenden el idioma sino también todo lo que pertenece a la cultura española, desde las torrijas hasta Miliki pasando por Dalí, el juego de la gallinita ciega o adivinanzas españolas. Son cosas que para nosotros son naturales pero para ellos no son tan evidentes. Me alegro de que las estén aprendiendo en un grupo de niños hispanohablantes.
También hay centros familiares alemanes donde familias hispanohablantes pueden encontrarse para tomar un café y conocerse. También hay cuentacuentos o teatros en español. La oferta no es inmensa pero sí hay cosas.

¿Qué echas de menos (qué no hay) en este sentido? 
En Múnich hay miles de actividades para niños, pero claro, en alemán. Por eso me gustaría que hubiera más ofertas para los hijos de hispanohablantes. Por ejemplo, más teatro infantil, excursiones, cuentacuentos o visitas guiadas por la ciudad para niños hispanohablantes. Creo que hay demanda suficiente aun por cubrir. 

Estás muy comprometida con el movimiento Zero Waste. ¿Puedes contarnos un poco sobre en qué consiste? ¿Por qué llegaste a él?¿Cómo lo haces? 
Zero Waste o cero residuos es una filosofía basada en un conjunto de prácticas para evitar lo máximo posible la generación de basura. Lamentablemente la actual cultura de usar y tirar está convirtiendo nuestro planeta en un vertedero.

A principios del 2016 mi propósito de año nuevo fue reducir la basura que generábamos en casa. Así que empecé a observar nuestra basura y a preguntarme si habría alternativas más sostenibles. En el momento en que busqué información por internet y conocí el movimiento nowaste lo tuve claro. Era lo que estaba buscando. Así que poco a poco empecé a introducir cambios.

Comencé a comprar a granel, llevaba mis bolsas al hacer la compra, cuando el gel y champú del pelo se acabaron empezamos a usar jabones. Sustituimos los productos de limpieza por alternativas hechas en casa (limón, vinagre, bicarbonato, etc) Te confieso que engancha y aprendes un montón de cosas interesantísimas.

En casa hacemos nuestra pasta de dientes, detergente de la ropa, las pastillas del lavavajillas, etc… El queso en trozo y untables los compramos en una tienda del barrio que aceptan nuestros tapers sin problemas. Incluso cuando vamos a comprar sushi o comida para llevar vamos con nuestros tapers. Al principio nos miraban raro pero ya es normal.

A mis hijos les expliqué los cambios y por qué lo hacía y lo aceptaron sin problemas. Para ellos es normal llevarse al cole su botella metálica de agua y una bolsita de tela para cuando compran su bretzel.

Alemania en general es un país bastante concienciado en materias medioambientales, así que no es muy complicado seguir un estilo de vida Zero Waste. En Múnich, por ejemplo, tengo la suerte de que hay dos tiendas especializadas donde venden alimentos a granel y artículos nowaste.  

A todos los que quieran adoptar este tipo de vida les diría que empiecen poco a poco. Llevar siempre una bolsa de tela en el bolso para evitar coger bolsa en el supermercado ya es un principio. O que hagan la compra en el mercado semanal y se olviden del super. O para los que van con el coffee to go en la mano, hay tazas metálicas preciosas para llevar, quizás así reduzcamos los 320.000 vasos de papel que se tiran en Alemania por hora. Cada pequeño gesto, cuenta.

Como bien dijo Jane Goodall: “No puedes pasar un solo día en la tierra sin tener un impacto en el mundo. Lo que haces marca una diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres hacer.” 

Guau, ¡qué interesante! ¡Muchísimas gracias, Carolina!

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