Kaiserschmarrn

.... Hoy me habéis pillado con hambre, así que voy a hablaros de comida...

Cuando estéis en un restaurante típico bávaro y no sepáis qué escoger para un niño que tiene muuucha hambre pero al que no suele gustarle casi nada, pasad las páginas del menú hasta llegar a los postres y buscad un Kaiserschmarrn, se chupará los dedos, garantizado. Y aunque sea un postre, es un plato muy contundente, tanto como para que no pueda acabarlo solo y tenga que terminárselo su madre (con todo el sacrificio del mundo, claro, pero ya se sabe que por los hijos se hacen estas cosas).

El nombre del plato lleva consigo una histora divertida porque es un juego de palabras: un Schmarrn es como una tortita revuelta, que es prácticamente en lo que consiste este postre, pero Kaiserschmarnn significa también "la tontería del emperador". Al parecer, la emperatriz Isabel de Baviera, encargó al chef de palacio que le preparase un dulce ligero para mantener la línea y al ver el plato que éste le hizo, espantada lo rechazó; entonces el emperador dijo: "a ver qué tontería te han preparado hoy, que me la voy a comer yo", y se quedó encantado con el postre. Ahí nació su nombre.

El Kaiserschmarrn es una especie de crêpe gruesa y cocinada como "revuelta" en la sartén, que se suele servir con azúcar glas y se acompaña con compota de manzana. Lo dicho, para rechuparse los dedos.

Aquí, la que escribe no ha hecho jamás un Kaiserschmarrn en casa pero bueno, por si alguien se anima a hacerlo, que tome nota de la receta ¡y luego me cuente cómo le ha salido! 

Ingredientes: (para 4 porciones) 
100 gr. harina
125 ml. de leche
4 cucharadas de nata líquida
3 huevos
2 cucharadas de azúcar de vainilla
30 gr. de mantequilla
50 gr. de pasas
Sal
Preparación:
Para preparar la masa, se mezclan muy bien en un bol la harina, la nata y la leche con una pizca de sal.
Aparte, se separan las claras y las yemas de los huevos. Las yemas se añaden a la mezcla anterior y las claras se montan en otro cuenco. Después se les añade el azúcar de vanilla. Es muy importante que las claras estén bien montadas porque es lo que le dará esponjosidad al Kaiserschmarrn.
Una vez montadas las claras, se añaden a la masa muy despacito, como cuando se hace una mousse.

Se derrite la mantequilla en una sartén grande y bien caliente y se vierte en ella la masa. Por encima se espolvorean las pasas (la versión para mayores puede prepararse dejando macerar las pasas en un vaso con ron durante media hora antes).

Se baja el fuego a la mitad y cuando la la crêpe esté dorada por abajo, se le da la vuelta y se deja dorar un poco más. Al final, con un tenedor, se deshace como cuando se hacen los huevos revueltos (aunque hay gente que prefiere pasarla entera a un plato y desmenuzarla ahí).

Se sirve en un plato espolvoreándole por encima azúcar glas y acompañándola con compota de manzana (o mermelada).

Comentarios

  1. Pues estará muy rico, pero colesterol lleva un rato largo. Si es para los peques que tienen las arterias limpias, como que vale, pero para mayores fuuuu....

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