Zu Hause Gesund Werden. Por Mamá de Luceros
Suena el despertador. Son las 6 y media. Cuando despierto a mis luceros, el pequeño me dice: “Me encuentro regular”. No le hago mucho caso y me lo llevo a mi cama para que se acabe de despertar. A los cinco minutos le entra un ataque de tos. Le toco la frente y le pongo el termómetro: fiebre alta. Entonces me queda claro: como mínimo, un día sin guardería.
Ante una situación como
esta, pongo en marcha mis dotes de resolución de problemas como madre
trabajadora de dos luceros y se me van ocurriendo ideas: se queda mi pareja con
ellos o me quedo yo, aplazamos algo del trabajo, llamamos a alguien que nos
eche una mano, etc.
Como ese día las
soluciones habituales resultaron inviables, decido probar una solución novedosa:
a las 8 de la mañana llamo a “Zu Hause Gesund Werden”. Se trata de una
asociación, creada en 1989, que tiene por objeto ayudar a conciliar la vida
laboral y personal de las familias muniquenses. Dispone de un equipo de voluntarias
que cuidan a niños enfermos en sus casas para que las madres y los padres
puedan ir a trabajar si no encuentran otra solución.
Hasta ahora tenía
bastantes reticencias con este sistema porque pensaba que un niño enfermo no se
quedaría nunca con una persona desconocida. Craso error, como veréis más
adelante.
La persona de la
asociación encargada de asignar a las cuidadoras me dice que intentará buscarme
a una. Si lo consigue, ella se pondrá directamente en contacto conmigo. Le digo
que hoy voy a trabajar desde casa y que no me importa a qué hora venga.
A la media hora suena el
teléfono: una señora encantadora me pide que le explique cómo llegar a mi casa.
Cuando llega, mis luceros se quedan un poco parados, pues necesitan tiempo para
adaptarse a las situaciones nuevas.
La cuidadora lo entiende
y se pone a rellenar el formulario con nuestra dirección y los demás datos. Al
rato, mis luceros quieren que les ayude a entablar contacto con ella y después
todo va sobre ruedas. Yo pude trabajar el tiempo que tenía previsto y ellos se
lo pasaron genial: estuvieron coloreando (la señora había traído un cuaderno
con dibujos, lápices y un libro), jugando con los Playmobil y los coches, etc.
Ella les dio el almuerzo que yo les había dejado (la socorrida pasta) y acostó
al pequeñín cuando se quedó dormido tras leer libros.
Me gustó mucho la forma
que tenía de tratar a los niños y de jugar con ellos, así como el modo de
dirigirse a mí y de entender mi situación, es decir, las dificultades que
tenemos las madres y padres para trabajar cuando los niños se ponen enfermos y
no tenemos aquí familia que nos pueda ayudar.
Al decirle que me había
sacado de un apuro, me contestó: “Si los padres y las madres están a gusto, los
niños también lo están”. Cuando se fue, mi lucero mayor me dijo: “Esa señora
era muy simpática”.
¿Cómo solicitar una cuidadora?
Llamar entre las 8.00 y
las 12.00 al teléfono 089- 2904478. No es necesario inscripción previa. Si es
la primera vez que llamas, anotan todos los datos necesarios.
¿Me pueden conseguir siempre una cuidadora?
Eso depende, como en
muchos casos, de la oferta y la demanda. En mi caso, tuve suerte porque había
una cuidadora libre y yo no tenía prisa por empezar a trabajar. Lo habitual es
llamar con más antelación: si es una enfermedad que dura varios días, os podéis
quedar en casa el primer día y llamar para solicitar una cuidadora para el
resto de los días.
En la época de los
resfriados (de diciembre a febrero), es más difícil encontrar una.
¿Cuánto cuesta?
El precio es simbólico y
hay que pagarlo en efectivo. En la actualidad, son 6,50 euros por hora o
7,50 euros si hay dos niños enfermos (normalmente, no cuidan a los
hermanitos sanos) y también hay que pagar el precio del billete del transporte
público. En el caso de familias con apuros económicos, existe la posibilidad de
conseguir precios más reducidos.
Otras preguntas más frecuentes
Aquí encontraréis toda la
información necesaria:
Página web: http://www.zu-hause-gesund-werden.de/
Ver también:
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