Revistas para madres y padres

Para estar informados sobre temas relacionados con la familia y los niños, desde cursos, hasta tiendas, pasando por centros de encuentro, mercadillos, consejos sobre educación o salud, podéis (además de seguir este estupendo blog) leer regularmente alguna de estas cuatro revistas:

Kidsgo
Es una revista gratuita que seguro que habéis visto alguna vez en la consulta del pediatra o en alguna tienda para niños. Se publica cuatro veces al año y en ella encontraréis todos los cursos que os podáis imaginar que se celebren en Múnich o alrededores: preparación al parto, primeros auxilios, natación para bebés, educación musical temprana, etc.

También podéis entrar en su web donde se pueden encontrar los cursos con más facilidad todavía filtrando por región, tipo de curso o mes de celebración.


Himbeer
Es también una revista gratuita. Tienen dos ediciones, una de Berlín y otra de Múnich y tiene un aire más de diseño, de lifestyle. Ve la luz cada dos meses y en ella se publican reportajes sobre libros, películas, manualidades, cultura o festivales infantiles.

Además, acaban de sacar una guía de Múnich, con un montón de direcciones interesantes, que está muy, muy bien.

Eltern
Ésta es una publicación mensual muy conocida que se puede encontrar cada mes en todos los quioscos, está dirigida a un público muy amplio y suele tratar temas de interés general (de las familias): educación, salud, desarrollo, productos...


Nido
Es una revista dirigida a familias con estilo, desde su diseño hasta los productos y los temas de los que tratan (moda, viajes, psicología, cocina...) indican que su público son intelectuales-divertidos-bio con niños y perros grandes y bonachones.

Para mi gusto, lo mejor es una sección muy divertida donde los lectores pueden contar algunas de las trastadas que les han hecho sus hijos, con fotos incluidas. Cualquier día de éstos les mando una instantánea que hice cuando mi hijo mayor aprovechó un gripazo con subidón de de fiebre que tuve el año pasado, y que me dejó dormida en el sofá, para utilizar el termómetro como palanquita y sacarme, una por uno, todas las teclitas del portátil.... También vertió encima del ordenador un zumo de uva roja... Cuando desperté parecía que había habido un robo con asesinato en mi salón.

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