El primer día de colegio: una experiencia muy "dulce". La Schultüte. Por Schulkindermama
El primer día de colegio en primaria es siempre una experiencia nueva, pero en Alemania es aún algo más especial; supone el paso del Kindergarten a primaria.
Una de las cosas
que más nos sorprende como hispanohablantes ajenos a la cultura alemana, es la
costumbre de regalar a los niños un cono relleno de dulces y regalos en su
primer día de colegio.
Es preciso
entender que para los niños alemanes, el paso del Kindergarten a la escuela
supone dar un salto bastante importante; pasar de jugar todo el día, a tener
que cumplir horarios, estar sentado un número de horas determinado y
concentrarse en hacer tareas que nunca han hecho. Es un paso muy grande. No es
la continuación de un ciclo, sino una nueva etapa.
Muchos de estos
niños están deseando empezar este ciclo, y empezar a ser „mayores“, pero
también hay muchos que se sienten inseguros al no saber qué les espera.
Para alegrarles y animarles en este día tan especial, los niños reciben de sus padres este cono que en alemán se llama Schultüte.
Para alegrarles y animarles en este día tan especial, los niños reciben de sus padres este cono que en alemán se llama Schultüte.
La costumbre se
remonta al siglo XIX. A los niños se les decía que había un árbol del que
crecían conos de azúcar, y que solo cuando los conos de azúcar fueran lo
suficientemente grandes, podrían ir al colegio.
Poco a poco, empezó a instaurarse la costumbre de entregar al niño un pequeño cucurucho de papel (similar al de las castañas asadas) relleno de chucherías, para que las comiera el primer día de camino al colegio, y así fuera contento a la escuela.
Más adelante, en el este de Alemania, concretamente en Jena, empezaron a fabricarse las primeras Schultüten. Estas ya sí eran conos grandes de cartón o cartulina rellenos de chucherías y pequeños regalos para los niños. El invento tuvo éxito y se empezó a extender por todo el este de Alemania, pasando tambén a instaurarse en el resto del país.
Hoy en día, la tradición de las Schultüten está muy arraigada. Se suelen preparar en las últimas semanas de Kindergarten, aunque también hay muchos padres que las compran. Los Kindergarten suelen organizar una tarde con los padres y los hijos de preescolar para hacer la Schultüte. Cada niño se escoge un color, un motivo para decorarla, el material, el tipo de papel y el tipo de lazo que cierra el cono. Hay conos de todo tipo; las niñas suelen escoger temas como princesas, unicornios, mariposas, arco iris…, etc. y los niños suelen decantarse por temas como el fútbol, piratas, coches…, etc., (sin entrar en tópicos: los gustos de los niños y las niñas en Alemania son casi siempre muy acorde a su sexo. Las niñas muy niñas y los niños muy niños. Es así…)
Al final de la tarde, uno se va a casa con un cono preparado y listo para ser llenado pocos días antes del primer día de escuela.
Como madre de un niño y una niña, he tenido la ocasión de hacer dos conos; uno con motivos futbolísticos y otro con motivos marinos. A mí me gusta mucho hacer manualidades, la verdad, y lo he disfrutado mucho. Pero mi consejo es no obsesionarse en terminar la Schultüte en las dos horas de tiempo que dan en el Kindergarten. La primera vez, hace ya unos cuantos años, fui la última a la que casi echan de la guardería por lenta… Así que esta segunda vez he decidido empezarla allí con mi hija, ir recortando dibujos y viendo qué materiales necesito, y luego llevármelo todo a casa e ir terminándola con tranquilidad. El resultado ha merecido la pena.
Poco a poco, empezó a instaurarse la costumbre de entregar al niño un pequeño cucurucho de papel (similar al de las castañas asadas) relleno de chucherías, para que las comiera el primer día de camino al colegio, y así fuera contento a la escuela.
Más adelante, en el este de Alemania, concretamente en Jena, empezaron a fabricarse las primeras Schultüten. Estas ya sí eran conos grandes de cartón o cartulina rellenos de chucherías y pequeños regalos para los niños. El invento tuvo éxito y se empezó a extender por todo el este de Alemania, pasando tambén a instaurarse en el resto del país.
Hoy en día, la tradición de las Schultüten está muy arraigada. Se suelen preparar en las últimas semanas de Kindergarten, aunque también hay muchos padres que las compran. Los Kindergarten suelen organizar una tarde con los padres y los hijos de preescolar para hacer la Schultüte. Cada niño se escoge un color, un motivo para decorarla, el material, el tipo de papel y el tipo de lazo que cierra el cono. Hay conos de todo tipo; las niñas suelen escoger temas como princesas, unicornios, mariposas, arco iris…, etc. y los niños suelen decantarse por temas como el fútbol, piratas, coches…, etc., (sin entrar en tópicos: los gustos de los niños y las niñas en Alemania son casi siempre muy acorde a su sexo. Las niñas muy niñas y los niños muy niños. Es así…)
Al final de la tarde, uno se va a casa con un cono preparado y listo para ser llenado pocos días antes del primer día de escuela.
Como madre de un niño y una niña, he tenido la ocasión de hacer dos conos; uno con motivos futbolísticos y otro con motivos marinos. A mí me gusta mucho hacer manualidades, la verdad, y lo he disfrutado mucho. Pero mi consejo es no obsesionarse en terminar la Schultüte en las dos horas de tiempo que dan en el Kindergarten. La primera vez, hace ya unos cuantos años, fui la última a la que casi echan de la guardería por lenta… Así que esta segunda vez he decidido empezarla allí con mi hija, ir recortando dibujos y viendo qué materiales necesito, y luego llevármelo todo a casa e ir terminándola con tranquilidad. El resultado ha merecido la pena.
Otra cosa que me
planteó dudas la primera vez es cómo llenar la Schultüte. El cono es inmenso,
casi tan grande como el niño, y no sabía qué cantidad de chucherías meterle…
Bueno, la respuesta me la dieron mi marido y otros padres alemanes; hay que
meter papel de periódico hasta la mitad, llenando la punta del cono, entre
otras cosas porque los brazos del niño nunca van a llegar hasta el fondo,
lógicamente, y no podría coger las chucherías de la punta, claro. Además, la
cantidad a llenar disminuye bastante si le ponemos un par de bolas de papel de
periódico arrugado en la punta.
Luego está la duda sobre como llenarlo. Bueno, se puede meter de todo lo que le
guste al niño, pero cosas pequeñas. No sólo dulces, sino también gomas de
borrar con alguna forma especial, sacapuntas bonitos, lápices pequeñitos de
colores, llaveros, incluso algún librito pequeño si cabe. También he visto
calcetines, gorros o adornos para el pelo.
Una vez llena, se
cierra haciendo un lazo en la parte de arriba.
Aunque el cono se
lleva el primer de día de colegio, en la mayoría de las escuelas no se suelen
abrir en clase. Los profesores dicen a los niños que los abran en casa. Y es
mejor así para evitar comparaciones sobre el relleno de cada Schultüte.
Yo tengo guardados
los dos conos de mis hijos y recordar cómo lo preparamos y la ilusión con la
que los abrieron nos trae a todos recuerdos muy dulces.
A nosotros nos toca preparala este ano!!
ResponderEliminarHola, gracias por dar ideas. Mi peque entrará en primaria el año próximo, pero ya me estoy comiendo el coco con lo de la famosa Schultüte, mejor dicho sobre su contenido. Además mi suegra ya me ha dicho q ella y toda la familia aparecerán ese día en el cole, q eso es así. Yo no sé qué pensar. Pero parece que es tan importante o más que la graduación americana! jajaja, qué poco amigos somos los españoles de estas historias! Un abrazo
ResponderEliminarHola Rous:
EliminarTe confirmo que efectivamente en Alemania el primer día de colegio es un día para la familia y como mínimo los abuelos, si no viven muy lejos, suelen ir también a ver al niño y a hacerle fotos. Muchas familias van después a almorzar y pasan juntas el resto del día.
Alguno de ustedes tienen un instructivo de cómo hacerlo? Yo debo llevarlo este año y honestamente no sé cómo se hace.
ResponderEliminar